NUESTRAS HUELLAS DIGITALES

Los rastros que dejamos mientras transcurre la vida hoy, son mucho más que solo nuestras huellas dactilares.

El desarrollo tecnológico ha abierto un nuevo mundo de oportunidades, pero resulta importante saber que somos responsables de procurar resguardar nuestros datos. El objetivo final es siempre el de protegernos del robo de identidad y el de preservar nuestra privacidad.

La herramienta que utiliza la industria publicitaria para monitorear nuestras actividades digitales que tiene como objeto el ofrecernos aquello que “necesitamos”, puede convertirse en un acceso posible para una persona mal intencionada.

Al hablar de huella digital, nos referimos al rastro/actividad que dejamos al surfear la web, cada vez que damos un “like” o hacemos “click”. También cuando usamos una aplicación desde el celular y para poder acceder debemos dejar información personal como nuestro nombre y dirección de e-mail.

Algunas recomendaciones para los usuarios:

  • Deshazte de tus cuentas de email viejas o que ya no usas. Los hackers pueden acceder a tus contactos, incluso hacerse pasar por nosotros con cierta credibilidad y/o hacer uso de la información contenida en los emails.
  • Si deseas realizar compras o el objeto de la identidad tiene un comercial puedes crear una cuenta de correo específica para ello. Ello incluso permitirá el menor tráfico de correo no deseado de tu cuenta habitual.
  • Evita las encuestas “caza anzuelos” (clickbait) en páginas web desconocidas.
  • Mantén los sistemas operativos actualizados.
  • Utiliza un firewall y antivirus

Como profesionales debemos llevar conciencia de seguridad a nuestra comunidad. Debemos priorizar la prevención. Porque no debemos preocuparnos, más sí ocuparnos en proteger nuestra información sensible.

El Equipo de HTS SA

¿Cómo Protegernos de un Secuestro Virtual?

El Secuestro virtual es un delito extorsivo que se inicia con una llamada telefónica;  mediante la cual, el delincuente abusa de su víctima, que es quien está del otro lado del teléfono. Cómo lo hace? Valiéndose del factor sorpresa y aprovechándose de la vulnerabilidad que este causa. El delincuente hace una llamada telefónica a su potencial víctima y la urge a entregar información que luego será utilizada en su contra.

 

La modalidad más común, es aquella que se produce durante la madrugada (para provocar la interrupción del sueño profundo) y se escucha el llanto o grito desesperado de una persona que pide socorro. El cerebro en reposo puede ser perfectamente burlado a pensar que nuestro ser querido más preciado se encuentra en peligro, y es allí donde el delincuente acciona para obtener información tendiente a convencer a su víctima de que se encuentra ante una realidad concreta.

 

Una vez informado del secuestro, se le solicita a la víctima el inmediato pago del rescate:  un monto de dinero u otros objetos de valor con la instrucción de dejar el “paquete” en un horario y lugar determinado. Todo debe ejecutarse rápidamente y sin dar aviso a la Policía.

 

Otro engaño muy utilizado es la llamada telefónica desde un hospital o comisaría, y que refiere a un terrible accidente del que fue víctima algún familiar o allegado. Si el delincuente logra el cometido de obtener la información necesaria, procede luego a exigir el rescate.

 

En la mayoría de los casos, es el mismo estado de ansiedad y desesperación que inhabilita a la víctima a proceder de manera racional. La respuesta de nuestro cerebro, que se percibe en peligro, será probablemente automática y tendrá por finalidad  la pronta eliminación de dicha situación crítica, sin reparar en el análisis lógico.

 

Resulta por ello importante, estar informados de estas modalidades delictivas. Podemos así, estar atentos a tales intentos extorsivos, que aún sin poner en peligro la vida de ningún ser querido, dejan huella emocional sobre la víctima que recibe dicha llamada. 

 

Recomendaciones:

  • Ante llamadas telefónicas NUNCA brindar información personal. Siempre debemos preservar información sensible o que puede ser utilizada por gente malintencionada.
  • Evite proveer información sensible (DNI, email, dirección, etc.) a desconocidos, locales comerciales, cines, centros de compras, etc.
  • No agendar contactos en su celular con la palabra “mamá”, “papá”, “tía”, etc. Escriba sus nombres y así evitará que se reconozca filiación alguna.
  • En lo posible no permita que los niños atiendan el teléfono y de hacerlo, entrénelos en que no deben dar información personal a nadie que se las requiera.
  • Corte la comunicación e intente de ser posible contactar al familiar “secuestrado” desde otro teléfono.
  • No brinde el número de su celular.
  • Pregunte nombre completo del familiar y características físicas como color de pelo y vestimenta.
  • Si quien llama dice ser del cuerpo policial, hágales saber que necesita sus datos, los de su superior, número de Comisaría a la que pertenece y los números de teléfono de contacto. En el caso de pertenecer a una institución médica, solicitar también información precisa con nombre de la institución, personal de quien hace la llamada y teléfonos.
  • Denuncie el incidente (aún habiendo evitado el engaño) al 911 para que se pueda proceder con la investigación tendiente a evitar este tipo de delitos extorsivos. No existe investigación sin  denuncia expresa de un incidente.

 

Trabajamos para colaborar en la tarea de llevar conciencia de seguridad a nuestra comunidad. Porque en temas de prevención, la responsabilidad es de todos. Hagamos nuestra parte. 

 

Equipo de HTS S.A.